Señor mío Jesús, que a los que vivieron en este mundo demasiado aficionados a los fondos terrenales y olvidados de la empíreo, los retienes apartados del premio, para que se purifiquen de su negligencia en desearlo: calma, Señor misericordioso, sus ansias y colma sus deseos, para que gocen pronto de tu presencia, y a nosotros concédenos reque